lunes, 1 de junio de 2009

Violencia de género (trabajo de clase)



¿Qué es la "violencia de género"?

Definición

Se puede definir la violencia de género como una manifestación de poder del hombre sobre la mujer, no sustentada por argumentos objetivos, sino por una simple pertenencia a un género determinado, el masculino.
Para acotar términos no se debe confundir con la denominada "violencia doméstica", que es la que se da en el ámbito familiar entre parientes (hermanos, hijos sobre padres o viceversa, tíos, cuñados, etc.) siempre que se de el requisito de que exista convivencia familiar.

Desarrollo

Para que se produzca la llamada violencia de género no es necesario que la relación que ha unido al hombre y a la mujer se mantenga, sino que haya existido, aunque haya terminado en el momento de producirse la agresión, que puede ser:

  1. Física, que comprende todo tipo de acción que entrañe violencia de este tipo, golpes, bofetadas, empujones, zarandeos, tirones de pelo, etc.
  2. Psíquica, con acciones tales como las vejaciones, insultos, menosprecio, menoscabo de la integridad moral y control de las rutinas y aspectos más banales de la vida cotidiana de la mujer, hasta llegar a anularla como persona y convertirla en una prolongación de su agresor.
  3. Sexual, como violaciones o abusos sexuales dentro de la relación.

¿Cómo reconocerlo?

Uno de los aspectos más complicados para la víctima de la violencia de género es reconocerse como tal y desde este punto dar los pasos necesarios para poner fin a la situación de maltrato.
Especial mención merece el conocer y reconocer el denominado "círculo de la violencia", que comprende varias fases diferenciadas entre sí:

  1. Tensión: en toda relación humana, y la de pareja lo es, se producen situaciones que generan tensión, que si no es debidamente canalizada y racionalizada, se acumulan hasta dar lugar a la segunda fase.
  2. Agresión: en esta fase la tensión acumulada se desborda y cristaliza en agresiones, bien física, bien verbales por parte del varón contra la mujer, a la que culpa de la tensión generada.
  3. Arrepentimiento: el agresor se arrepiente de su conducta y solicita, e incluso implora el perdón de la víctima, no siendo infrecuente las promesas de que hechos similares no volverán a suceder y que nunca más la pegará.
  4. Luna de miel: en esta fase la relación se estabiliza, ya que el agresor colma de atenciones a la mujer para demostrarle su arrepentimiento y como bálsamo para su propia conciencia.
  5. Tensión: inevitablemente, surgen nuevas tensiones que al ir acumulándose degeneran en una nueva agresión cerrándose de esta manera el círculo de la violencia.
La mayoría de las denuncias se producen tras la segunda fase, no siendo infrecuente que tras ésta y producirse la fase de arrepentimiento la mujer retire la misma y continúe o reanude la convivencia con el agresor.


¿Por qué se produce?

Tradicionalmente se ha achacado la violencia contra las mujeres a actitudes machistas propias de épocas pasadas y de extractos sociales bajos, sin embargo las estadísticas al respecto están demostrando que si bien es cierto que el machismo puede generar este tipo de conductas, no es menos cierto que se están dando en generaciones educadas bajo los principios de igualdad y que el maltrato no es propio de ninguna clase social, sino más bien gregario, ya que se da en todas las capas sociales sin distinción.
Algunos autores apuntan a un deficiente proceso de socialización como causa más directa de esta lacra, que abarcaría tanto a la socialización primaria (familia y colegio) como a la socialización secundaria (grupos de pertenencia, institutos, etc.).

Actitudes

Debemos rechazar todo tipo de violencia y especialmente la violencia de género, que ataca la una de las relaciones más importantes, que es la relación de pareja, en este caso, al tratarse de violencia de género, la formada por hombre y mujer. El agresor debe de saber que la sociedad no tolera ni dispensa su conducta, y que de seguir ese camino se verá rechazado por el conjunto de la misma.

Teléfonos de interés

  • Instituto Andaluz de la Mujer, teléfono de emergencia 24 horas: 900.200.999.
  • Asesoramiento Jurídico y Recursos Sociales: "A la primera señal de maltratato, llama: 016", servicio 24 horas.
  • Centro Provincial de la Mujer "Leonor Dávalos": 954.900.444.
  • Servicio de Atención a la Víctima: 955.005.010 ó 955.005.012.
  • Servicio de Atención a la Familia, Cuerpo Nacional de Policía: 954.289.300

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