jueves, 4 de junio de 2009

Rococó


El rococó es una continuación del barroco; nació en Francia hacia 1715 y se desarrolló estraordinariamente en Alemania, Austria, Italia y, en menor menor medida, en España.

Arquitectura


Se caracterizaba por una decoracón muy abundante a base de formas curvas asimétricas, líneas ondulantes y motivos chinescos; destaca la decoración de interiores. Sobresalen los palacios alemanes y austriacos, como el de Amalienburg, en Múnich (Alemania). En España, los mejores ejemplos del rococó son las decoraciones de algunas salas del Palacio Real de Madrid, del palacio de la Granja (Segovia) y del palacio de Aranjuez (Madrid).

Escultura


Las esculturas seguían representando temas religiosos y mitológicos, retratos, etc., como en el barroco, aunque se intentaba dotarlas de gracia y delicadeza. En España el escultor más relevante del siglo XVIII fue el murciano Francisco Salzillo. Sus figuras se caracterizaban por el movimiento, el color y el realismo expresionista (La oración en el huerto).

Pintura

Se representaban temas agradables (fiestas cortesanas, personajes del teatro, escenas mitológicas y amorosas...) con un predomino de colores suaves (rosas, azules, verdes, beiges, etc.), y usando con frecuencia la técnica del pastel (pintura sobre papel hecha con un tipo especial de lápices) y la acuarela (pintura sobre papel realizada con colores disueltos en agua). Entre los pintores, detaca el francés Fragonard (El columpio).

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