miércoles, 10 de junio de 2009

El grito Edvard Munch. 1893


  • Grito: La angustia de la figura es evidente en su rostro deformado. Hay teorías que explican que es la propia angustia del autor mientras que otros dicen que es una crítica al modelo socioeconómico imperante. Sin duda, el rostro desencajado alberga los sentimientos de un alma descompuesta. Munch representa el interior, no el exterior; no hay realismo.
  • Él: Munch dijo de la creación de la obra: Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.
  • Puente: Símbolo del paso del tiempo, representa al Munch obsesionado con la muerte por sus experiencias vitales (su madre murió de tuberculosis cuando él tenía cuatro años, su hermana también...).
  • Agua: Las aguas agitadas de forma violenta asemejan el sentimiento de angustia del personaje y del propio artista.
  • Soledad: Hay unas figuras en el puente, pero están alejadas y distorsionadas, representando la soledad que impera en el individuo.
  • Paisaje: Si la angustia se apodera del rostro del individuo, más aún del paisaje: colores contrastados, violencia en pinceladas, angustia que se transmite al espectador. Representa Oslo, visto desde la colina de Ekeberg.
  • Icono: Se convirtió en icono cultural y el expresionismo posterior bebió de este autor.

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